sábado, 7 de julio de 2012

SEXTO PROGRAMA SÁBADO 07.07.12. EL PRIMER TEMA DE HOY: "UNA BUENA RAZÓN PARA DESAYUNAR"

La 1ra alimentación del día, osea, EL DESAYUNO es tan o más importante que todas las demás. Es normal que en la familia venezolana se obvie el desayuno para poder llegar a tiempo al Colegio o al trabajo. El trajín de la ciudad dificulta el traslado de un lugar a otro gracias al tráfico y a la cantidad de personas esperando trasladarse ante la falta de transporte que cubra estas necesidades. Conclusión los niños van al colegio sin comer, con una lonchera que no llena las expectativas energéticas que necesita y algo de dinero para que coman en la cantina del Colegio, quien sabe qué y la gente mayor tampoco come por la misma causa. Una buena razón para desayunar, es el beneficio intelectual que recibimos. Otra razón es el daño que provocamos en nuestro cuerpo con el ayuno mañanero. Imaginemos el proceso metabólico cuando no desayunamos a tiempo, es decir entre las 6 y las 8 de la mañana… Suena el despertador y el cerebro empieza a preocuparse: "Ya hay que pararse y nos gastamos todo el combustible". Éste llama a la primera neurona que tiene a mano y le pide ver qué disponibilidad hay de glucosa en la sangre. Ella hace el mandado y desde la sangre le responden: "aquí hay azúcar como para 10 a 15 minutos, nada más". El cerebro hace un gesto de duda, y le dice a la neurona mensajera: "De acuerdo, vayan hablando con el hígado a ver qué tiene en reserva". En el hígado consultan la cuenta de ahorros y responden que "a lo sumo la cosa llegan a 20 o 25 minutos". En total no hay sino cerca de 280 gramos de glucosa disponible para darle la energía suficiente al cuerpo esta mañana, es decir, alcanza para unos 40 minutos máximo, tiempo en el cual el cerebro ha estado rogándole a todos los santos a ver si se nos ocurre desayunar. Si estamos apurados o nos resulta insoportable comer tan temprano, todo el sistema de distribución de energía tendrá que ponerse en emergencia: "Alerta máxima, dice el cerebro: ¡Cortisona, mija!, pide el cerebro, sáquele lo que pueda a los músculos, a los ligamentos de los huesos y "al colágeno de la piel". La cortisona pondrá en marcha los mecanismos para que las células se abran cual cartera de mamá comprando útiles, y dejen salir sus proteínas. Estas, pasarán al hígado para que las convierta en glucosa sanguínea. El proceso continuará igualito hasta que volvamos a comer. Como se verá, quien crea que no desayuna se está engañando: se come sus propios músculos, se auto devora. La consecuencia es la pérdida de tono muscular, y un cerebro que, en vez de ocuparse de sus funciones intelectuales, se pasa la mañana activando el sistema de emergencia para obtener combustible y energía. ¿Cómo afecta eso nuestro peso? Al comenzar el día ayunando, se pone en marcha una estrategia de ahorro energético, por lo cual el metabolismo disminuye. El cerebro no sabe si el ayuno será por unas horas o por unos días, así que toma las medidas restrictivas más severas. Por eso, si la persona decide luego desayunar más tarde, inclusive en ocasiones espera hasta la hora de almorzar, esa comida será aceptada como excedente, se desviará hacia el almacén de "grasa de reserva" y la persona engordará. La falta de proteínas en el desayuno es irrecuperable y por más que se coman a otras horas ya no habrá manera de encender la mente en forma correcta
Aquí, entre nos… La razón de que los músculos sean los primeros utilizados como combustible de reserva en el ayuno matutino se debe a que en las horas de la mañana predomina la hormona cortisol, que estimula la destrucción de las proteínas musculares y su conversión en glucosa como consecuencia, sufrirá de cansancio y falta de energía, sus músculos se pondrán flácidos, sus ligamentos se gastarán, la piel perderá colágeno y usted sufrirá de “envejecimiento prematuro” ¿Usted desayuno hoy?

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